Si queremos cuidar nuestro cuerpo 💪, nuestra salud 💙 y nuestra felicidad 😂, adoptar buenos hábitos es la clave fundamental para lograr nuestros objetivos. Juntos vamos a descubrir como crear nuevos hábitos para tu cuerpo y mejorar los que tienes.
En realidad, cambiar los malos hábitos requiere trabajo, pero con fuerza de voluntad y si realmente quieres hacerlo, se puede lograr, de verdad.
Estrena hábitos saludables y compártelos con nuestra comunidad. ¡Juntos nos costara menos!
Antes de meterte por completo en este proyecto, que no es mas que alcanzar tu objetivo...., si, si, el tuyo, ese que solo tu sabes. Toma un respiro y piensa detenidamente cómo lo harás.
La clave para desarrollar hábitos saludables y que se queden contigo para siempre es ser capaz de ver los beneficios que suponen para tu vida, salud y mente.
Para eso, necesitas saber cómo se pueden adoptar y cómo funcionan. ¿List@s? ¡Empecemos!
¿Qué es un hábito?
Los hábitos son comportamientos adquiridos a través de la repetición que se realiza de forma natural y automática, sin necesidad de pensar en él. Pueden ser tanto conscientes como inconscientes y pueden tener un gran impacto en la vida de una persona.
En otras palabras, un hábito es una acción que haces de forma automática cuando te encuentras siempre en la misma situación, ya sea el que coge un trozo de chocolate automáticamente cuando abre la nevera o el que sale a correr según se levanta de la cama. Todo lo que haces sin pararte a pensar si te apetece hacerlo o no.
Sabes que entre el 30 y el 50% de las acciones que hacemos durante el día son hábitos. Y es algo muy inteligente, ya que el desarrollo de los hábitos le ahorra a nuestro cerebro muchos recursos neurológicos y cognitivos. Se podría decir que gracias a ellos, el cerebro funciona en modo de ahorro de energía.
¿Por qué es bueno tener hábitos?
Tener hábitos saludables es recomendable porque puede ayudarnos a ser más organizados, reducir la ansiedad y el estrés, mejorar nuestra salud física y mental, aumentar nuestras posibilidades de éxito y en general, mejorar nuestra calidad de vida. Los hábitos pueden proporcionarnos una estructura y un orden en nuestra rutina diaria, lo que puede hacer que nos sintamos más seguros y estables. Además, al hacer algo regularmente, se convierte en una parte natural y fácil de nuestra vida, lo que puede ayudarnos a mantener una disciplina y constancia en el logro de nuestras metas.
Imagínate que tuvieras que decidir todos los días si te duchas o si te lavas los dientes o, incluso, recordar lo que hay que hacer para colocar un pie delante del otro. No tendría sentido, ¿verdad?
Sin embargo, esto tiene una pequeña trampa: el cerebro no hace diferencia entre hábitos buenos y malos, y, según las acciones que vayas internalizando, irás adoptando hábitos buenos o malos a lo largo de toda tu vida.
Si has adoptado hábitos saludables, no tendrás problemas para realizar actividad física y alimentarte siguiendo una dieta sana. Lo haces sin pensar en ello; es fácil porque es algo rutinario. Pero si estás acostumbrado a comer comida rápida o comida basura a la primera de cambio, es porque tu cerebro ha almacenado estas acciones como “buenas”. Depende de tu conciencia pensar si esas acciones son buenas para ti.
Seguir hábitos saludables nos hace felices, porque, proporcionan una sensación de logro y control sobre nuestras vidas, se asocian a nuestra personalidad y a la imagen que proyectamos de nosotros mismos, lo que hace que nos sintamos más felices.
En cambio, los hábitos poco saludables tienen el efecto contrario. Una persona tiene dos pensamientos o creencias que entran en conflicto entre sí. Por ejemplo, una persona que tiene el hábito de fumar y sabe que es dañino para su salud, se enfrenta con lo que en psicología se conoce como una disonancia cognitiva. Este malestar mental puede llevar a una persona a justificar sus hábitos no saludables o a cambiarlos para aliviar el conflicto interno.